sábado, 9 de octubre de 2010

Centenario de Miguel Hernández: Elegía.

En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como el rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono la muerte enamorada,
no perdono la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


     Para José Antonio. In Memoriam.

3 comentarios:

  1. Es difícil en momentos así encontrar palabras para expresar lo que se siente, pero quiero darte las gracias José Antonio por tu trabajo y dedicación a nuestro instituto, como Director, como jefe de departamento, pero sobre todo como compañero y amigo. Has sido un ejemplo de entereza y superación. No va a ser fácil la vuelta al "Alventus" sin tí. María José

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario María José. Siempre recordaré la inteligencia, la prudencia, la modestia, la crítica objetiva y siempre constructiva de José Antonio. Y siempre estará con nosotros de alguna manera. Rafa..

    ResponderEliminar
  3. Umbrío por la pena, casi bruno
    porque la pena tizna cuando estalla,
    donde yo me hallo no se halla
    hombre más apenado que ninguno.

    M. Hernández

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...