La Guerra de la Independencia

La Guerra de la Independencia se desarrolla entre 1808 y 1814 y enfrenta a los partidarios de la dinastía de José I Bonaparte y los partidarios de Fernando VII. Pero la Guerra de la Independencia no es un fenómeno aislado sino que hay que encuadrarla en el contexto de las guerras napoleónicas que se desarrollan por el dominio del continente europeo.

El 27 de octubre de 1807 Godoy, valido de Carlos IV, firma con Napoleón el Tratado de Fontainebleau que permite el paso de las tropas francesas por territorio español a fin de conquistar Portugal, aliada de Gran Bretaña. Pero el motín de Aranjuez, que arrebata el trono a Carlos IV y lo cede a Fernando VII, y la crisis generalizada de España hacen cambiar de idea a Napoleón Bonaparte que decide la invasión y el dominio también de España.

Así, el 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levanta en armas y se inicia el conflicto. Goya refleja estos momentos en sus obras El dos de mayo -La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol- y El tres de mayo -Los fusilamientos en la montaña del Padre Pío-.

La Guerra de la Independencia se puede dividir en tres grandes etapas:

• Mayo a octubre de 1808: durante estos meses se constata la incapacidad del ejército francés para dominar la Península Ibérica. Se producen los sitios de Gerona y Zaragoza y dos derrotas importantes del ejército francés, Bruch y sobre todo Bailén.

• Octubre de 1808 a julio de 1812: durante este período se produce la hegemonía militar francesa si bien se enfrenta al fenómeno de la guerrilla y no puede dominar algunas plazas como Lisboa y Cádiz.

• Julio de 1812 a 1814: durante esta fase tiene lugar una gran ofensiva de los aliados -España, Portugal y Gran Bretaña- al mando de Wellington y se produce la derrota y expulsión de las tropas francesas. Batallas decisivas de esta etapa son Arapiles, que cambia el curso de la guerra, Vitoria y San Marcial. Así, el 11 de diciembre de 1813, se firma el Tratado de Valençay que pone fin a la guerra y supone la vuelta de Fernando VII.

Durante la Guerra de la Independencia se desarrolla el fenómeno de las Juntas que acaba dando lugar a la convocatoria de las Cortes de Cádiz. En ellas se promulga la primera constitución española -la Constitución de 1812- y se aprueban importantes reformas que suponen el fin del Antiguo Régimen y la puesta en marcha de un estado liberal. Sin embargo, la vuelta de Fernando VII frustrará estos cambios y supondrá la vuelta al Antiguo Régimen.